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Cuando son usados consistente y correctamente, condones femeninos y masculinos son los métodos más efectivos en prevenir la transmisión del VIH y la transmisión de muchas enfermedades de transmisión sexual.

Usuarios deberán ser instruidos en su adecuado uso. Sólo lubricantes basados en agua o espermaticidas apropiados deberían ser usados con el condón masculino de látex. Lubicrantes oleosos como vaselina (petrolato), aceites de cocina, manteca y lociones, resulta en la reducción del 90% de la fuerza del látex en 60 segundos y promueve su ruptura. Para que los condones de látex sean efectivos, deberán ser almacenados en áreas frescas y seca, sin exposición directa a la luz solar, para evitar su deterioro. Errores comúnes en su uso son: retardar la colocación del condón hasta justo antes de la penetración completa, fracaso en extender el condón masculino totalmente hasta la base del pene, insuficiente aplicación de un lubricante basado en agua y falla en mantener la base del condón durante la extracción. Finalmente, es esencial remarcar el uso consistente del condón, con cada acto sexual.