Aunque el condón femenino es más caro que el masculino, hay evidencia de que en programas de salud reproductiva hay costo beneficio y costo-ahorro, particularmente entre grupos con prácticas de conductas de alto riesgo. Además el condón femenino, tiene más beneficios que el masculino. Es hecho de poliuretano, mientras que la mayoría de los condones masculinos son de látex. Poliureatno es más fuerte que el látex y no causa reacciones alérgicas. A diferencia del látex, poliuretano puede ser usado con lubricantes oleosos o basados en agua y no es susceptible a deterioro por temperatura o humedad. No aprieta ni constriñe. Puede ser insertado antes de la relación y no requiere ser retirado inmediatamente después de la eyacucalión, no interrumpiendo la espontaneidad sexual. El condón femenino ofrece una barrera protectora más extensa cubriendo los genitales externos e internos de la mujer y la base del pene. Además, a diferencia del condón masculino, el condón femenino puede ser reusado si es lavado, irrigado y secado al aire después de su uso. El condón femenino no tiene eventos adversos serios, con menos del 10% de usuarios que reportan leve irritación temporal.

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